Nota de ALTO TV.- Reproducimos a continuacion un
articulo tomado del Blogg Análisis y Opinion
Nueva represión violenta por parte de la policía contra sectores populares muestra de cuerpo entero a la policía, que a pesar de los nuevos apellidos y emblemas que pueda llevar, como la whipala en uno de sus hombros, su esencia no ha cambiado y sirve al gobierno de turno en defensa de los intereses de las clases dominantes, esta policía es la misma que: asesinaba campesinos en el gobierno de Gonzalo Sánchez de Losada, se cobro dos muertos en Caranavi y, mas recientemente, reprimió brutalmente la marcha indígena de tierras baja en defensa del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Secure (TIPNIS).
En esta ocasión las victimas fueron estudiantes de la Universidad Publica de El Alto (UPEA). Producto de la acción brutal de la policía, el universitario Hernán Quispe perdió el ojo derecho y Leby Alacama resultó con el cráneo hundido, además de muchos otros estudiantes que resultaron con contusiones de todo tipo, a lo cual se debe sumar un gran número de detenidos.
Las movilizaciones de los universitarios esta orientada a conseguir un mayor presupuesto para mejorar sus condiciones de estudio, ya que, según dan a conocer, carecerían de infraestructura para el creciente número de población estudiantil, no contarían con laboratorios ni tecnología adecuada a esta época, etc.
Como se vio el 26 de agosto en la intervención de la marcha en defensa del TIPNIS, en esta ocasión las mujeres tampoco fueron la excepción al momento de recibir los brutales golpes. Las denuncias de muchas estudiantes hacen referencia a moretones en distintos lugares de sus cuerpos.
Como se pudo observar en algunas fotografías tomadas por estudiantes de la misma universidad y algunas imágenes de televisión, varios estudiantes terminaron bañados en sangre, producto de la golpiza.
La justificación por parte de la policía y funcionarios de gobierno, nada distinta a la de otros gobiernos, es la de preservar el orden y mantener las vías transitables intentando estigmatizar a este movimiento calificándolos de “vándalos”.
A pesar de no haber presentado ninguna prueba en contra de los universitarios, tanto los policías como personeros del gobierno acusaron a los estudiantes de la UPEA de haber ocasionado los destrozos en el peaje y haber robado material de las casetas. Es esta otra actitud típica de tratar de criminalizar las protestas.
Recientemente el gobierno prepara una marcha para intentar legitimar la construcción de la carretera por el TIPNIS. Al parecer, marchar y bloquear esta bien cuando es a favor del gobierno pero cuando alguien se moviliza por exigir sus derechos, es un delito y debe ser castigado. Tal es el caso de los 57 estudiantes aprehendidos durante el conflicto, que quedaron en libertad gracias a la continua movilización de sus compañeros de estudio.
No se puede esperar una actitud distinta de un gobierno que, a pesar de llamarse “pacifista”, en este último periodo incrementó los recursos del sector de defensa en un 64% y le destina a la educación tan solo un 3%.
Ese gran monto que se destina en La Policía y las Fuerzas Armadas, por lo visto, no irían a actos de caridad sino como ya el pueblo lo viene palpando constantemente, se invierte en palos, balas y gases que son utilizados en contra de toda protesta y demanda de los sectores populares.
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